Adiós...

Querido amor:

Hacía tiempo que no te llamaba amor, por decisión del destino. Quise poner fin a esta trágica historia, sin darte el correspondido “Adiós”, que se dan las personas que se han amado de verdad. Fue duro el tiempo sin el sonido de tu voz, sin tus caricias, sin tu piel sobre mi piel. No te mentiré, siempre quedará dentro de mi alma las huellas de tu cuerpo, y los retazos de tu corazón que has dejado sobre mí… jamás podré arrancarte de mí ser.

Luego del tiempo que me he tomado para recoger coraje y fuerzas, hoy te escribo para decirte Adiós… sin rencores, y con mucho amor. Tal vez estás polvorientas hojas no las leas, ni llegarán a tus manos, pero tenía la necesidad de plasmar en un papel, un Adiós sincero.

Lo ocurrido no fue culpa de ninguno de los dos, así lo quiso el destino, que nuestras almas retomen su camino…

No te sientas culpable, ni pretendas olvidarme, porqué jamás lo lograrás.

Ojalá, que otros brazos y otro cuerpo, te den el amor que un día yo te supe dar.

Tu amor, por siempre.

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