Tou ficando com saudade...

... Nuevamente me encuentro caminando sobre un mar de recuerdos, que me hacen retroceder en el pasado de la historia de mi vida, y replantearme si hice lo correcto, si dejarte, si correrte a un lado de mi vida fue la desición que debía tomar, para poder abrazarme a la felicidad de estar viva, y poder vivir esa vida. Pero no caí en la realidad, en el hecho de saber y hacerme recordar que la causa de mis sonrisas y de mis alegrías eran tus majestuosos regalos de amor hacía mi alma, y el encanto de tu ser, que un día decidió apoderarse de mi... decidió hacerte carne en mi, y tatuar a fuego en mi corazón tu sagrado nombre, el cuál jamás olvidaré en mi vida, y jamás dejarán de rodar lágrimas saladas sobre mis mejillas a la hora de pronunciarte, de hacer público, el latido tan intenso de mi corazón.
Me dañaste, no lo niego, me lástimaste, no lo dudo, y lo afirmo... no supiste valorar el amor sincero que un día te entregué, y abrí el tesoro de tu corazón, y allí lo escondí... no supiste, no, no... o mejor dicho ¿no quisiste?. El amor falso que me entregabas, y que lo hacías verdadero... la entrega incondicional que demostrabas, y por atrás... caminabas con tus pausados pasos y con la daga en la mano, y me la clavabas detrás de mi... sin que yo pudiera darme cuenta, sin ver... sin sentir. Opacabas todos mis sentidos con tan solo un "Te amo", que elevaba mi espíritu hasta el punto máximo donde un ser humano siente que ha alcanzado el cielo con las manos, y por unos instantes, logra acariciar las acolchonadas nubes repletas de amor.
Como me engañó tu falso ser, como me engañaste vos... engaño, daño, dolor, traición, fue todo lo que recibí de tu parte, a cambio de la incondicional entrega que te otorgó mi ser, en el mismo instante de que el destino cruzó tu camino con el mío.
Si hubieses tenido la posibilidad de abrir los ojos ante tantas cosas... si hubieses sabido defender nuestro amor, al igual que yo lo defendí, con uñas... con dientes, y sobre todo, ante cualquier ser humano que se interponía en el simple hecho de amarte, de llevarte tan adentro de mi ser. Todos querían arrancarte de las entrañas más profundas de mi corazón, y yo no lo permití... y hoy, me doy cuenta el "¿Por qué?" de esa necesidad que mi entorno tenía.... ahora entiendo.
Quisieron desde un principio, sacarme la venda que cubría mis ojos... tomarme de la mano, y hacerme caminar por el camino correcto... y yo no lo permití, ni lo quise, solo quería un poco de amor... solo eso buscaba. Vos me lo dabas, pero no era puro y cierto como es el hecho de amar.
La vida misma me llevó a tomar la desición de trabajar en arrancarte de mi ser. Día a día trato de no remontarme en recuerdos que ya pasaron, y que me hicieron felices, aunque los cubría una capa inmensa de mentiras y de falsedad.... de no remontarme en lo que ya pasó, en lo que ya fue.
Aprendí que tengo que construir una persona en mi, pero construirla yo... y darle fin a las cosas que me hacían mal... apartarlas, y quedarme con lo que realmente me conforta el alma... ¡Que es esto!, la existencia de los seres que amo, me ayudan a seguir sobre viviendo esta vida que me resulta tan difícil, tan complicada... pero que dentro de ella, encontré los secretos más insólitos que esconde la vida... y la muerte también.
Ya no tengo tus "Te amo", se esfumaron con el viento las palabras de falsedad y de hipocrecía que intentabas regalarme, para manipular mis sentidos... Se acabo la historia de este amor.
Hoy, vos te encontrás a una gran distancia de mí... y yo de vos. Aunque mi corazón no te lo niega, siento la terrible necesidad de fundirme en tus brazos, y que esto sea eterno.
Pero ante tanta desesperación por la necesidad de tener tu presencia junto a mi... Me encuentro sobre el lecho de mi vida, con un ramo de rosas perfumadas que colocan día a día las personas que realmente me aman, y que significan lo más puro que me enseñó con el tiempo, a valorar la vida... Esas personas que confirman que lo que viví, por algo fue, y fue la causa por la cuál hoy existen ellos, existen sus abrazos, sus caricias hacía mi alma...
Es lo que hay, y lo que me toca vivir... y pretendo formar de esto que vivo, el más maravilloso de los sentidos de la extrema felicidad.

(¿O será que la vida es un recuerdo de aquello que pasó, que tal vez podría no haber pasado, pero que sucedió... un presente de lo puro que ocurre... y un disfrute de lo que ocurre, y ocurrió, que es el desenlace que vivimos?)

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