Vivir sólo cuesta vida...

Si no lo elegí, ¿porqué lo tengo que hacer?; ¿quién me dijo si quería respirar?... ¿quién me permitió elegir si quería vivir?. Una vez, un loco que cree en lo inexplicable me habló del destino; de que allá arriba hay un papel que habla de nuestra vida... pero, ¿para que creerle?; ¿existe allá arriba? ¿quién me lo puede comprobar?. Llegas... te hacen crecer, y después te dicen "acá tenes, hazte cargo", ¡sí yo no lo elegí!. Tenes que lidiar con los obstáculos que te llevan a algún lugar, del cuál no sabes si queres realmente, o sí es solo un capricho... tenes que sacar con las manos las espinas de la rosa, clavándote una por una en el cuerpo, como cicatrices de tu historia... como muestra de que "lo lograste"... ¿qué logré? conseguir algo de lo cuál todavía dudo si lo quería, porque sólo sé que no sé nada de esto que me obligaron, y no pude elegir. Me dicen que hay algo superior allá arriba, en el medio de una nube... que te vigila, que te educa, que te ayuda... ¿a que me va a ayudar? ¿a vivir?. No le creo... sí tan poderoso es ¿porqué no viene y me dice que es esto de vivir?. Y seguís caminando... y los obstáculos son más difíciles porque creces, y dicen que mientras más grande más difícil se torna la aventura de "vivir"... pero hay algunos que lidian con la misma duda, que van dejando perfume en las huellas de sus zapatos que quedan marcadas en tu camino... que ayudan, que fortalecen, que respiran tu mismo aire, que tampoco eligieron hacerlo. Y otros que te "enseñan" a sufrir... pero nadie me dijo que ese, que está arriba, permitía que me dejen sufrir... por eso ¿que me van a hablar de Él?. Y en el arduo camino y ya con los pies desgastados de tanta sangre... me siento, y tiro en una balanza el perfume y las espinas... y supuestamente debería pesar más el perfume... yo digo que no, el perfume solo ayuda a que las espinas duelan menos y la sangre corra en menos cantidad. El sufrimiento es el destino, y el perfume el paliativo de las heridas que deja el vivir...  Sólo voy a decir, que yo no elegí vivir, a mi me obligaron a existir.

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