Mi luz.

Entre tropiezos, en el medio de una gran multitud, se podía visualizar aquella luz.
Radiante, esplendorosa, con destellos de diversos colores... algunos dicen que tiene magia, ilusión, y sueños. Yo, sólo digo que esa luz... llegó para salvarme.
De a poco, y como las fichas del domino... se fueron desvaneciendo en sus ojos aquel resto, decorado; que habitaba aquel lugar. Y aquella luz, fue el centro donde sus ojos pusieron la atención.
Un celeste, predominaba sobre su cabeza... un brillo indescriptible blanco, puro, salía de esos pequeños, y gigantes ojos.
Diría que era una especie de faro, disfrazado de mujer, de amor.
Ese disfraz, esa luz... era todo lo que mis alas precisaban, para volar.

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